
El principal problema es que aunque sí se puede alcanzar un cierto control, su curación es muy difícil. Una vía para dominar los celos es hablar abiertamente de ellos con la persona que se los provoca y, en su caso, con el especialista. Es fácil que en toda relación se produzcan celos por temor a perder al ser querido, pero hay que ser capaz de controlarlos para lograr ser feliz, pues la persona celosa difícilmente puede serlo, ya que sus deseos por controlar a su pareja de forma continua, y el sospechar de todos sus actos, le imposibilita conseguir esa felicidad.
Debajo de esta problemática encontramos:
- Una baja autoestima (aunque parezca lo contrario).
- Dificultad para valorarse a sí mismo.
- Pérdidas afectivas en la infancia ocasionadas por padres poco valorativos de las virtudes de los hijos, muy exigentes y muy críticos.
- Patrones afectivos mal aprendidos o modelos poco útiles para seguir.
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